El amor llega de la forma mas insospechada, silenciosa y cautelosa que puedas imaginar. No se espera ni se imagina... está ahí...en cualquier esquina, acechando y esperando el momento justo para salir.
Vives buscándolo, deseándolo y esperándolo mientras no lo tienes, añorándolo en cada intento, con la esperanza de encontrar ese corazón que late como tú...
Pero no llega, crees verlo , sentirlo, lo luchas y poner todo lo que eres, y lo que no eres... hasta que te dás cuenta que no vale la pena, pero no desistes, y sigues en tu empeño, hasta que el agotamiento te grita... ¡ya esta bien! , no sufras, no busques, cuando esté para tí vendrá!.
Y llegó, sin buscarlo, sin esperarlo, casi incluso sin desearlo, cuando ya el corazón cansado, abatido y obstinado , de espaldas a los sentimientos, paró de buscar, pero ahí llegó, y sin quererlo tocó la puerta, se dió la vuelta, receloso y desconfiado, y el sentimiento mas puro, mas grande, mas auténtico, entró de lleno, se hizo hueco , se instaló y allí quedó.
Asi es el Amor, inesperado, fuerte, decidido, no lucharás mas porque te quiere y no hay mas que decir. Y sentirás que tu carga se eleva, tu cuerpo descansa, sujeto por los brazos de cariño, alimentado de besos y caricias, lleno de sonrisas... y sin darte cuenta... te das cuenta que cuando el Amor es de verdad, no se lucha... solo se dá!.
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