miércoles, 11 de junio de 2014

Y así tocaron

No era un martes cualquiera, llevaba días esperando que llegara porque un deseo de antaño se haría realidad al llegar la noche. Cuando el sol empezara a esconderse y la luna, casi llena asomara, un montón de duendes y hadas se unirían para llevar a nuestros oídos sonidos, silencios y notas al compás de las mas bellas melodías.

Y así fue… mi amigo de la infancia con su sonrisa que nunca abandona y su compañera de vida, nos deleitaron con maravillosos sonidos y acordes… Una voz tan celestial que por un momento pensé que era un ángel caído del cielo, delicada, suave al toque de la guitarra, colosal cuando la acompañaba el piano, llenando cada espacio, cada butaca y cada rincón con una energía que despertaba al mas dormido de los mortales. Una voz que calaba hondo, muy hondo, haciéndote perder toda noción de tiempo y espacio. 

Él, mi hermano del alma con su guitarra, con delicadeza sublime, emoción y cuidado en cada nota, se recogía en su espacio, generando un momento mágico dónde sólo su guitarra y él eran protagonistas, emocionando y llegando directo al corazón de quienes estábamos allí…

Fueron casi dos horas de magia viva, de talento y energía vibrando en estado puro!.


Me siento feliz y agradecida por haber podido disfrutar de éstos momento junto a ustedes, por haber podido vivir tan de cerca la magia que sólo la música puede crear… Tan sencilla pero sublime.

Foto: Y así tocaron

No era un martes cualquiera, llevaba días esperando que llegara porque un deseo de antaño se haría realidad al llegar la noche. Cuando el sol empezara a esconderse y la luna, casi llena asomara, un montón de duendes y hadas se unirían para llevar a nuestros oídos sonidos, silencios y notas al compás de las mas bellas melodías.

Y así fue… mi amigo de la infancia con su sonrisa que nunca abandona y su compañera de vida, nos deleitaron con maravillosos sonidos y acordes… Una voz tan celestial que por un momento pensé que era un ángel caído del cielo, delicada, suave al toque de la guitarra, colosal cuando la acompañaba el piano, llenando cada espacio, cada butaca y cada rincón con una energía que despertaba al mas dormido de los mortales. Una voz que calaba hondo, muy hondo, haciéndote perder toda noción de tiempo y espacio. 

Él, mi hermano del alma con su guitarra, con delicadeza sublime, emoción y cuidado en cada nota, se recogía en su espacio, generando un momento mágico dónde sólo su guitarra y él eran protagonistas, emocionando y llegando directo al corazón de quienes estábamos allí…
Fueron casi dos horas de magia viva, de talento y energía vibrando en estado puro!.

Me siento feliz y agradecida por haber podido disfrutar de éstos momento junto a ustedes, por haber podido vivir tan de cerca la magia que sólo la música puede crear… Tan sencilla pero sublime.

Encarna Santana y Santi Perez Muchísimas gracias por crear momentos mágicos como los que pudimos vivir ayer...