domingo, 5 de junio de 2011

Me está costando...


Hace diez días que te perdí,
pero el dolor sigue ahí…
cada día me acuerdo de ti, 
y todo ese cariño que nos hiciste sentir…

Mi parte consciente sabe que estás bien,
que ahora eres inmensamente feliz…
que  estás con ella,
tu gran amor, tu mujer…

Cada día me repito que fue lo mejor para ti,
que no sufriste…
solo te dejaste dormir,
como si ese día el despertador no quisiera sonar…

Mi parte menos consciente,
te extraña…
te recuerdo cada día, a todas horas,
y confieso… que me está costando…

Tengo un dolor clavado en el alma,
una sensación de desconsuelo…
siento el corazón oprimido,
en un constante duelo…

Y es que me está costando aceptar que te has ido,
que ya no sonará mi teléfono y preguntarás por tu nieto…
que no aparecerás por casa para vernos,
con una de tantas velas que me fuiste regalando…

Que entre aromas de café nos contabas cómo te va,
o como lidiabas con las nuevas tecnologías solo por jugar con él…,
fuiste para tu nieto parte de la figura que le faltó,
y para mí, la esencia y el significado mas amable, de la palabra “suegro”

Eres un ser extraordinario,
porque aunque tú cuerpo ya no está,
tu alma me sigue acompañando,
aunque te confieso… me está costando….