Anoche me acosté en mi cama y como cada noche,
recuerdos se agolpan en mi memoria, y entre el sopor y
la noche, voy pensando, recordando o imaginando…
Anoche recordé, mas ojalá hubiera sido solo un sueño,
cuando aquella vez me dijeron, que estaba enfermo mi pequeño…
en ese momento recordé que solo era un recuerdo,
que ya todo había pasado… que mi pequeño estaba sano…
pero pensé y me acordé de.. El Doctor…
Ese hombre corpulento de bata blanca y tez morena,
de semblante serio con voz grave y serena…
…y pensé…
Supongo que para ti mi hijo solo fue un número mas de un historial,
un número mas en las estadísticas de enfermos de perthes…
una anotación como tantas sobre tus estudios,
unas líneas sueltas en cualquier estudio realizado…
una cadera como otras que no creció bien,
un logro mas para el currículum de tu carrera…
una satisfacción personal,
otra prueba de que eres el mejor…
Y todo esto lo digo sin ningún tipo de reproches,
sino con la certeza de miles de niños
que necesitan de tus experiencias…
Pero para mí…
para mí eres El Doctor, el único, el hombre…
que me dio esperanza cuando no sabíamos a quien acudir,
que encendió mi luz cuando todo estaba oscuro…
que tomó las riendas de la situación y me dio resultados…
que año tras año veló por su salud,
hasta que ya lo vio curado!...
Y aunque para ti no sea mas que una madre agradecida…
por la cura de un número de un historial…
para mí fuiste aire fresco y el comienzo de una nueva Vida…
Hoy mi niño está sano… y es aún mas feliz!!
Anoche me acosté en mi cama…
y como cada noche pensé…
recuerdos que se agolpan en mi almohada…
y fui consciente de que todo había pasado…
y recordando pensé…
Que pruebas te pone la vida…
para luego verte feliz…
Al mejor traumatólogo del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria
